Poner todo el amor en un hijo que viene, que nos ha elegido y para quien no tenemos otro techo ni otro fuego que el calor del corazón y la ternura del regazo, siempre será una realidad para la que no estamos preparados y nos sobrepasa siempre.
El nacimiento es un misterio porque es una encarnación que se elige libremente y entre tantos posibles, somos los humanos escogidos para ser su familia.
Es un encuentro desconocido con la felicidad que no se busca ni se sabe qué es, pero sin poderla comprender, si llega, se disfruta y, nos hace estremecer cuando nos roza.
Un perfume indecible e intangible que lo llena todo, brota de un manantial oculto o vuela alocadamente, como una mariposa en busca de la luz. Embriaga y transforma la vida cuando se posa sobre el alma, sin que podamos ver, solo sentir.
Con este sentir os felicito la Navidad a todos, amigos y amigas que pasáis por aquí.
Que descubráis el gozo de ser con el que Es.
Con todo cariño.
Ángela.