Se contagia vitalidad, se multiplica...
Las estaciones son formas que la naturaleza utiliza para hablar. Las noches y los días son distintos abrazos de la vida, o pausas entre distintas expresiones de afecto y de vitalidad.
Los niños lo llenan todo, siempre, incluso cuando descansan. Despiertan sonrisas, ternura, raudales de mimos y cariño. Imprevisibles siempre. Milagros de alegría en pupilas que acarician cuando miran.
Sonrisas que nos hacen estar vivos, porque contagian y no nos dejan marchitar. El alma de los niños vuela o revolotea como las mariposas, como los sueños y anima a salir a su encuentro, dejando la monotonía.
Con ellos descubrimos el manantial infinito de la luz.
Nos descubren el más allá que nos regala cada día lo mejor.
Tuve el privilegio, de estar en contacto con los chicos, todos los años hasta el mes de junio, toda mi carrera. Una experiencia impagable, una deuda por cuanto me dieron siempre más que lo que yo pude ofrecerles.
Cuando se iban, me anunciaban la llegada del verano. Cuando volvían comenzaba no sólo el curso, volvían las risas, las preguntas, como si volviera a renacer la primavera.
Traigo todo esto en unas escenas de patchwork, porque llegan los meses del verano, aquí en España, y os tengo que dejar.
Voy a acolchar y a rematar estos esbozos. Algo fantástico se me ocurrirá seguro, me voy con niños y en ellos la fantasía manda. Lo hago encantada y reecuerdo la copla: “sentaita en la escalera/ esperando el porvenir/ y el porvenir que no llega…”.
¡Mejor salir a buscarlo! ¡Queda mucho por hacer! ¡Tengo el verano por delante!
Envuelta en soles y colores, intentaré atar el porvenir de estas criaturas que no sé adonde me llevarán.
Os doy las gracias a todas y todos los que con vuestras afectuosas palabras habeis enriquecido mi espacio, y gracias también a los que el Blog me dice que pasais por aquí en silencio.
Estaré con tod@s y cada un@, porque nada es capaz de separarnos. Y si alguien, mientras tanto,os pregunta por mi… decirle simplemente la verdad: “Ángela pasa el verano,
con la prole singular de Reiko Kato”
Sed felices.