La apariencia es una limitación espaciotemporal. Es real, pero tiene mucho de ilusión.
Cuando se da la espalda al tiempo, se descubre la puerta de la eternidad.
El cuerpo y la belleza entran en otra dimensión.
La luz tiene contornos, tonos y matices, como una sinfonía.
Y algún día, la energía encerrada en el cuerpo, le dará un capotazo a los sentidos.
Para pensar, pero ya mañana que ahora tengo sueño, buenas noches, un beso
ResponderEliminarinteresting!
ResponderEliminarCuanta verdad encierran tus palabras Angela !!!!
ResponderEliminarBesos
Es difícil darle la espalda al tiempo, que es inexorable... y la energía va decayendo con el tiempo... pero bueno, mejor pensar en todo lo contrario, como haces tú con las esperanzadoras palabras del post de hoy... Abrazos
ResponderEliminarAsí lo veo también. La “apariencia”, como el soñar, son reales… Pero el sueño en sí, lo soñado, lo “aparente” no lo es!
ResponderEliminarY sí, cuando se le da la espalda al tiempo, y al espacio, despierta uno a la eternidad.
En realidad sólo hay una dimensión… Pero se comprende que desde la “apariencia” y el sueño parezcan múltiples.
Cuando se hace el silencio, la ausencia del ruido, se manifiesta la sinfonía atemporal.
Abrazos aparentes, Ángela… :)
La apariencia se alimenta del ego y es la que nos da la ilusión de la separación y del paso del tiempo, creemos que es la realidad porque la percibimos desde ahi, si contactamos a traves del silencio con nuestra esencia, que es la de todos, es una manera de salir de la apariencia y el "sueño" y entar en esa realidad sin tiempo.... Me encanta tu manera poètica de expresarlo, estoy completamente de acuerdo con tus pálabras. Un beso.
ResponderEliminarEscribes unas cosas para hacer pensar con detenimientos. Todo el mundo te debe de dar la razón y aun así, seguiran soñando...
ResponderEliminar"Nunca creí porder soñar, por eso estoy en la secta del mar"...
Radio Futura.
Un abrazo ...
ResponderEliminarSabia reflexión.
ResponderEliminarBesos.
Chary :)
Qué bonita imagen elegiste para esas palabras tuyas que provienen de una mente tan inteligente como sensible, precioso post!
ResponderEliminarUn beso muy fuerte Ángela, y feliz finde!
Muy de a cuerdo, esta energía nuestra está deseando ser tomada para abrir los confines de la mente y el alma.
ResponderEliminarGran inspiración en tus palabras.
Un abrazo grande :)
Apoyo el comentario de Maite S. R, pues sé que hay todo un mundo, muchas veces inexplorado, dentro de nosotros esperando expandirse y crear.
ResponderEliminarTambién comparto tu idea, lo he pensado mucho y me sacaste las palabras de la boca y la mente. Lo explicaste no sólo de forma exquisita, sino con precisión. No podemos negar nuestra realidad, pero tampoco debemos limitarnos por ella, hay más, mucho más.
No hay que dejarse llevar por las apariencias, porque todo es mentira o intento de confundir los sentidos.
ResponderEliminarA la apariencia se le podía aplicar el tan manido dicho de: dime de que presumes y te diré de que careces. Por lo que hay que mostrar todo, tal cual es.
(al menos es lo que yo pienso)
Interesante entrada, con un tema que puede dar para mucho.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo Ángela!! Maravillosa imagen y bonitas palabras..
ResponderEliminarFeliz tarde de domingo, besitos.
Ya de vuelta poco a poco por este mundo de los blogs.
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión.
Muchos besos guapa
Realidad y fantasía: Lo que ven los ojos y lo que siente el alma... Pura poesía.
ResponderEliminarMi abrazo, mi afecto.
Muy linda tu entrada y muy exactas. Saludos un Placer conocer tu blog
ResponderEliminarMe ha encantado Ángela, la apariencia sólo es cáscara, el fruto está en el interior. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminarBuona domenica
ResponderEliminarDicen que las apariencias engañan. Quizás porque, traen el dulce aroma de la ilusión, pero a la larga, dejan el amargo gusto de la decepción.
ResponderEliminarY es que, a veces, la inexperiencia de los primeros años, nos hace preferir lo superficial a lo profundo, sin darnos cuenta que lo verdaderamente valioso no está en el envase, sino en lo que va dentro.
Hermosos son los labios voluptuosos, bellos los ojos de un color favorito, hermoso un rostro aperfilado, pero más bella es una sonrisa sincera, más valiosa una dulce mirada y más hermoso un semblante que refleja honestidad. La belleza de la piel es solo la apariencia de la juventud, la belleza del alma, es la verdadera riqueza del ser, es esa hermosura que no se agrieta con el tiempo, y que por el contrario con la experiencia de los años, se agiganta cada vez más.
El que tenga oídos para oír, que oiga.
¡Saludos!
Qué bien expresado Ángela, en pocas palabras una gran verdad. Felicidades por este post. Un abrazo.
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