el viento, entona sin matices,
una música fría,
llena de ausencias.
La luna, surge desde el mar
redonda como una pandereta helada,
que se oculta por momentos
tras el velo de la noche.
redonda como una pandereta helada,
que se oculta por momentos
tras el velo de la noche.
Una mujer pasea pensativa,
escuchando las olas,
mientras su aliento, al respirar
intenta acariciar la vida y vuela.
escuchando las olas,
mientras su aliento, al respirar
intenta acariciar la vida y vuela.
Su luz, allá en el fondo del pecho
es fuego fiel, como el amor,
como la veleta de una pieza,
siempre señalando algún destino.
No es ciego el sentimiento,
ni la música en gotas, a merced de las olas,
ni el silencio del paseo por la orilla,
porque sus ojos algo vieron y algo esperan.
ni la música en gotas, a merced de las olas,
ni el silencio del paseo por la orilla,
porque sus ojos algo vieron y algo esperan.
Confía, que tras la bruma llegue,
o amanezca, para desvelar al sol,
que el alma se desmaya
tiritando en la playa por su amor.