Me encantan las manzanas.
Una por lo menos, cada día, es saludable.
A parte de su aporte vitamínico, me recuerda la necesidad de hacer un alto en el camino.
En casa, o en el campo, respiro la belleza.
A veces lo que uno vive y desea, queda plasmado en formas, detalles, colores, y matices.
En el lugar adecuado, inspiran y dan un toque de distinción.
No van a ser todo trapos y puntadas!!!!.