Se ha prolongado el invierno. Todos lo sabéis.
La lluvia no quiere dejarnos.
Todos los días hay danza de paraguas en un momento u otro.
Mi paragüero necesitaba renovarse y he pintado ese de madera con un motivo floral, un castillo y sueños en la lejanía. Y la J de los amores de mi casa.
La lluvia no quiere dejarnos.
Todos los días hay danza de paraguas en un momento u otro.
Mi paragüero necesitaba renovarse
Para estrenarlo salí a enseñárselo a la diosa de la fuente en el jardín. También lo puse junto a la pareja de los niños que sostienen mis macetas florecidas.
Nos vamos, estamos llegando al fin de curso, mi amiga Pilar y yo, las dos locas por el patchwork, hemos pillado la moto y vía….
Aún no he terminado lo que voy a hacer, pero no importa -ya lo vereis- Julia nos lo ha traido y yo no me pude resistir. Todo llegará, pero un rayo de sol ha corrido una nube y… nos hemos puesto a 100…
Si es que llevamos 5 meses largos encerradas, perdiendo los ojos entre telas y pinchazos en los dedos, y sin salir porque no llega de una vez la primavera… con la cantidad de proyectos que tenemos, y con las cosas que tenemos que comprar… hay que volver a cargar las maletas, pero lejos y brindar por nuestros sueños, que gracias a Dios no se han mojado….
Bueno y… no nos esperéis tan pronto, que os estamos acostumbrando mal, y el tiempo pasa rápido…
Si encontráis una moto cerca de vuestra casa… dejadnos pasar o arreglaros de prisa, que hay sitio, pero no podemos detenernos mucho que nos andan buscando… por no llevar los cascos. ¡Si supieran que tampoco tenemos carnet!
Un besazo y disfrutar la semana.