No importa que haga mucho o poco, lo importante es que al hacerlo, cada día me sienta bien y sea feliz.
A veces parece que estamos encadenados a formas de pensar, de hacer las cosas y sentir, pero somos libres y se puede pensar y hacer lo que se quiera y nos libere.
Esa paz interior de hacer las cosas bien, sean grandes o pequeñas, se va hilvanando y cosiendo con puntada escondida... que solo la mano que lleva el hilo con la aguja se da cuenta.
De ese modo, a medida que el trabajo avanza, va apareciendo la belleza y saliendo lo que uno lleva dentro.