Cuando uno tiene la suerte de vivir cerca de un lago, en algún parque, suele acercarse hasta la orilla en muchas ocasiones, sobre todo con los niños. La vida llama a la vida y cada uno se lleva, al marchar, en la retina alguna imagen de hermosura. Los niños suelen volver a hablar en casa de lo que han visto, o se lo cuentan a los abuelos; y si fueron éstos quienes les sacaron de paseo, sus recuerdos son pura fantasía cuando se lo cuentan a sus madres. Es muy importante preguntar para que su imaginación se llene de ideas nuevas, de colorido y de frescura. Por supuesto también de aprecio por la flora y por la fauna. Una foto es detener el el instante... pero que un niño sea capaz de describir, es despertarle el alma de poeta. Con eso ya puede ser periodista, novelista, pintor, o aventurero.Podrá ganarse la vida de mil modos, porque su alma sólo puede seguir creciendo.