Poco después, no hace mucho, cuando viajé a Valencia, capté algo que me dejó atónita. ¿Se repite la historia que uno quiere?. ¿Traen las olas los milagros que alguna vez hemos soñado o anhelado?. En todo caso, me dieron ocasión de ser yo misma porque me dejaron junto a la luz y junto al mar. ¡Qué maravilla, no había testigos, ni turistas, ni gente viajera¡.