Nada será igual desde ahora, aunque lo parezca. Hablo de mi, de lo que siento.
Hay una vida nueva que todo lo ilumina y lo transforma.
Los hilos generosos de la vida, han puesto en mis brazos la ternura asombrada de unos ojos profundos que me miran y sonríen.
La mano de un ángel roza mi cara con sus dedos y se estremece todo mi ser.
Instintivamente deseo guardar en el alma estos momentos.
La mano de un ángel roza mi cara con sus dedos y se estremece todo mi ser.
Instintivamente deseo guardar en el alma estos momentos.
Descubro la realidad del misterio que es mi nieto y el corazón se acelera.
Le estrecho contra el pecho con mis brazos, e intento pronunciar su nombre y solo puedo llenarlo de besos y de asombro.
Le estrecho contra el pecho con mis brazos, e intento pronunciar su nombre y solo puedo llenarlo de besos y de asombro.
Sucede algo parecido cada día. Y tengo que decirlo también hoy, que ya ha cumplido medio año.
La balanza de mi vida tiene desequilibrados los platillos. Mi alma y mi imaginación están en el más alto. En el otro, estamos el pequeño y toda la familia.
Ambos extremos vivo.
La balanza de mi vida tiene desequilibrados los platillos. Mi alma y mi imaginación están en el más alto. En el otro, estamos el pequeño y toda la familia.
Ambos extremos vivo.
Mañana, los derroteros de la naturaleza, de la humanidad y el universo irán por donde quieran sin contar conmigo. Pero este momento, me llena de gozo, y su onda llega al infinito y más allá.
Seguro que la mayoría, cada uno a su modo, ha sentido lo que siento. Me alegra, porque íntimamente saben que es verdad, aunque cada uno lo vive a su manera.
Seguro que la mayoría, cada uno a su modo, ha sentido lo que siento. Me alegra, porque íntimamente saben que es verdad, aunque cada uno lo vive a su manera.
No somos más que nadie. Los papás son imprescindibles y únicos. Los abuelos solo aportamos un poco de experiencia y mucho amor, hemos recorrido más caminos, sus etapas y vivencias y disfrutamos de otro modo que con nuestros hijos, por eso entregamos nuestro ser y esto nos permite sentir lo positivo de haber vivido.
Para "renacer", me basta con sentir la ternura de su sereno corazón.