Otro record.
Los records van cayendo sin buscarlos, sin pensarlo.
Ya tengo un record de años, de ilusiones, de alegrías y también de amigos (–ellas y ellos-). No sé si es magia, o es que los Reyes Magos nos dejan esos “regalos” al amanecer el día 1 de enero, o en la noche de la ilusión y de los niños, porque saben que todos lo somos. Posiblemente lo transforman todo, porque hoy mis sueños son infinitamente más grandes que mis miedos.
Los records van cayendo sin buscarlos, sin pensarlo.
Ya tengo un record de años, de ilusiones, de alegrías y también de amigos (–ellas y ellos-). No sé si es magia, o es que los Reyes Magos nos dejan esos “regalos” al amanecer el día 1 de enero, o en la noche de la ilusión y de los niños, porque saben que todos lo somos. Posiblemente lo transforman todo, porque hoy mis sueños son infinitamente más grandes que mis miedos.
Eso me produce una sensación de euforia y de alegría. ¡Qué fantástico es todo! No pienso que los años pasan y soy un poco mayor que el año anterior por estas fechas. Pienso que es un “regalo” divino haber llegado hasta aquí, estar viva, no tener grandes problemas de salud, ni de nada; tener la ilusión de seguir haciendo lo que me gusta, con quien me gusta. Y sabiendo que así he ganado amigos, experiencia, satisfacción y autoestima.
No intento compararme con nadie, ni juzgar a nadie, ni mirar siquiera para atrás, para ver el día de ayer. Tampoco me inquieta el mañana, ni el futuro. Sólo me importa que estoy viva, que he amanecido y voy a disfrutar y ser feliz hoy. Y lo seré con los míos, y con cuantos de vosotros y vosotras queráis seguir compartiendo la dicha de vivir y compartir este trecho de camino, y este gusto por la artesanía creativa del patchwork.
Agradezco vuestros deseos para el
presente año. Quiero, en justa correspondencia, desear que vosotras y vosotros,
seáis también felices, cada uno a su manera, pero de verdad sinceramente felices cada día de este año 2013.
A los 400 seguidores les digo lo mismo, que se lo agradezco y les deseo todo lo mejor, y que seguiré intentando merecer en adelante su amistad, en cualquier parte del mundo que estén. Me siento un tanto abrumada por las muestras de cariño de las personas más extraordinarias que me llegan desde los últimos rincones, y en las lenguas más diversas. ¡Gracias de todo corazón! ¡Decididamente, -y no es por andar entre las telas-, el mundo es un pañuelo! ¡Siete mil millones, y ya nos conocemos y nos escribimos 400! Sed bienvenidos, y vamos a multiplicar esta experiencia y seguir sumando mientras nos queden fuerzas. Vamos, entre trapos, hilos y sueños a romper las barreras de las limitaciones espacio temporales. ¡No tenemos límites y no nos los vamos a poner!
Os dejo con algunas muestras con
que “regalé” a los más pequeños.
Un abrazo.