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25 febrero 2020

El carnaval y el cristal



No sé si se ha roto el carnaval de este año, o solo se ha roto el cristal; el cristal con que hasta ahora lo veíamos, el de la fiesta popular, que comenzaba con "el jueves lardero o el jueves merendero", y luego el disfraz y la danza, la música y el color.











Recuerdo el refranero, que el ánimo está alegre después de compartir en el campo la merienda, porque "de la panza, sale la danza", porque "tripas llevan pies, y no al revés".
                                                           La fiesta luego comenzaba en casa al buscar en el baúl o en el armario, los vestidos de disfraces, y las caretas coloridas y vistosas para el desfile. Había que cubrir la apariencia cotidiana de tal forma que variara el aspecto y no nos reconociera quien nos viera. Se permitía de este modo, o se provocaba, la chanza, la chirigota, y la risa, porque entonces, no éramos nosotros lo importante, sino el disfraz.

Pero este año se ha roto el cristal de la normalidad. En muchos lugares se ha suspendido el carnaval, y tenemos que salir sin maquillaje, ni máscara, ni ropajes extravagantes o sofisticados.

La gente ha tenido que salir a la calle con lo puesto, con lo que es, con lo que cada uno desfila por su casa, por su pueblo o por la calle cada día.

Y ese espejo roto, en que se mira, le devuelve su imagen en mil pedazos, que son partes de sí mismo, el de ayer y el de siempre. Es múltiple y uno. Tiene que cerrar los ojos para recordar que es él mismo, que vive y siente, se alegra y sueña, sin más vestido ni otra música, que con los que vino al mundo y el latido agradecido de su alocado corazón.

Y la vida depara sorpresas, porque sin ser carnaval hay quien conserva un elevado compromiso con el disfraz, aunque tampoco es imprescindible para llevar una máscara...pero como decía el poeta, "nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira".
PD. Falta aún mucha tarea en este Quilt...

12 comentarios:

  1. que interesante lo que dices.personalmente nunca me interesó el carnaval solo cuando era muy joven 13 años
    y jugaba con papel picado y agua tirándole a los otros
    No me gusta disfrazarme . Muy interesante tu relato querida abrazos

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  2. Estaba prohibido. Era una fiesta que sabíamos que existía, pero que cuando se permitió ya nos pasaba por el lado. Recuerdo haber hecho algo con los amigos, pero es un vago recuerdo.
    Este año, me he disfrazado de "buen chico" :D :D

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  3. El Quilt es impresionante. Después de leer lo que nos contabas he tenido que dar marcha atrás para ver bien tu precioso trabajo

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  4. Es un quilt maravilloso, que trabajo tan bonito y minucioso, da igual que sea Carnaval o no...
    Besos.
    Chary :)

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  5. Precioso trabajo como nos tienes acostumbradas, espectaculares todas las combinaciones, un relato magnifico.
    Besitos guapa.

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  6. Tu trabajo es precioso. Ni de pequeño he tenido espíritu carnavalero, y además pienso, que para qué disfrazarse si al final todo el mundo termina conociéndote. En fin, como no quiero amargarle la fiesta a nadie, me voy con la música a otra parte....
    Un fuerte abrazo, Ángela.

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  7. Ohhhh Ángela que maravilla de trabajo. Ya sé lo enamorada que eres de la aplicación y la Sue, pero este quilt nunca lo había visto y lleva muchísimo trabajo. Cuantas Sues llevas?. Estaré atenta a tus avances. Un beso

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  8. Hola Ángela! Precioso trabajo, me gustó mucho, así com el relato, un abrazo grande. Marina PF.

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  9. Alucinando estoy al ver tantos hexágonos-logcabin tan difícil de hacer para que queden perfectamente unidos y como guinda, esas mini aplicaciones a las que no falta ni un botón, te felicito, Ángela. Eres genial. Claro que le quedará curre, pero no se te pone nada por delante y acolchado quedará divino. Bss

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  10. Dicen los psicólogos que nos conducimos por la vida "supuestamente protegidos" tras una máscara (en ocasiones, varias máscaras) que no es otra cosa que la imagen seleccionada de nosotros mismos y que queremos mostrar al mundo. Dicen, que incluso la persona mas equilibrada y honesta utiliza esa máscara y que solo en el territorio de la intimidad y proximidad hacia el "otro", somos capaces de desnudarnos de ella.
    Se me ocurre que quizás este tiempo que nos toca vivir y del cual no podemos desertar, sea un momento propicio para disfrazarnos de nosotros mismos, con un vestido de autenticidad, guardando la máscara en el baúl que mencionas.
    Gracias Ángela, por ser y por estar.

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    Respuestas
    1. Exactamente ese era mi discurso interior al plasmarlo en palabras, que hoy clarificas con las tuyas tan certeras.
      El carnaval un pretexto, me importa poco o nada.
      Y hoy y mirando hacia el día que lo escribí, aún toma más relieve, porque a medida que vivimos esta situación tan extrema día a día, nos permite con dedos sensibles de introspección, tocarnos el alma y vernos...
      Un abrazo Ricard y buen día.

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