“Hiciste la noche para el alma, cual manto regio de ilusión eterna”, dijo Unamuno.
Y el rostro de la vida está vuelto, en silencio, hacia la aurora.
Más allá de las últimas estrellas, más allá del límite de cualquier frontera de lo humano y lo creado, una mano de amor nos acaricia.
¡Qué mensaje más bonito! Que nos acaricie un amano siempre es de agradecer pero si además es la mano de un niño es una auténtica delicia. Un abrazo . Ángela.
ResponderEliminarUna caricia preciosa!! Abrazos
ResponderEliminarCerteza! Más allá de las palabras...
ResponderEliminarY sin embargo, qué "difícil" aceptarlo!
Gran abrazo Ángela.
Largo y fructífero fin de semana.
EliminarAbrazos Ángela.
Cuanto se necesitan a veces!!! Una caricia cura el alma.
ResponderEliminarBesitos guapa
Concisa y bella entrada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Ángela.
Preciosas imágenes para tan bonito texto.
ResponderEliminarOjalá a nadie le falte una caricia...es tan barata...y cura tanto! Bss
ResponderEliminarMuy cierto. Y bonito.
ResponderEliminarUn beso.
Preciosa entrada.
ResponderEliminarUna buona serata e una felice domenica per te.
ResponderEliminarHermoso texto de prosa poética. Eres poesía, Ángela.
ResponderEliminarAbrazo