Me llamó la atención el crotorar de las cigüeñas, allá en lo alto, del más alto árbol, sobre el pueblo. Desafiando al viento frío del invierno, han vuelto, como hacían cuando yo era niña.
Y sacando los mejores momentos del recuerdo, me he visto en la cocina de mi casa, con la familia entorno al fuego, y la mesa con los platos dispuestos, que mi madre iba llenando de comida sabrosa y humeante, después de guardar un poquito de silencio y dar gracias por los alimentos, mi padre iba cortando el pan candeal y repartiendo de esa hogaza a cada uno.
El fuego encendido y el fogón, repartían por la estancia la temperatura adecuada para hablar, reírse y crear un agradable ambiente de familia.
Y luego... a jugar y a la escuela. Y al salir otra vez a jugar, pero en la calle, a la intemperie. Inventando, imaginando, disfrutando siempre.
Así aprendí a vivir cada momento, sin más límites que el cansancio, o la llamada de los padres para ir a algún recado.
Nos metíamos en los charcos, subíamos a los carros, a las vigas, las paredes, los pajares y los árboles. Cogíamos moras, cerezas, y mil frutas, que en ocasiones no eran nuestras, pero sabían a gloria. Hacíamos guirnaldas, muñecas, comidas y casas de mentira. Como nunca terminábamos, volvíamos a lo mismo, en otro lugar o en otra casa, o en las eras.
Jugamos al corro, a la comba, al castrillo, al escondite y muchos juegos mas. Tumbados en la hierba veíamos el ir y venir de los pajarillos o de los insectos.
Escuchábamos la canción de algún labrador mientras araba o el eje de los carros tirados por las yuntas. Contábamos las nubes, le buscábamos parecidos a caballos o gigantes, hasta que se desvanecían o se iban más allá del horizonte que recortaba la montaña.
Algunas noches, en verano, nos juntábamos para ver las estrellas, señalar algún lucero, encontrar una estrella fugaz o la osa mayor. Divisábamos la Vía Láctea, a la que la maestra decía que pertenecía nuestra casa que era la Tierra.
Todo era un juego. Los niños disfrutando sin pensar en problemas ni futuro. Los mayores en sus trabajos, muchos y diversos. No descansaban mas que los domingos, a la puerta de casa, sentados en una silla viendo pasar la vida, los rebaños de animales y saludando al vecino que iba de camino o ya se recogía.
La vida era eso. Nosotros vivíamos. Todos lo hacían, cada uno a su modo.
No sé si ha cambiado todo o nada es igual. Pero si llegaba el frío, como decían los de las tierras altas, nos encontraba, seguro, donde siempre: jugando o trabajando.
Si los sueños que me parecían imposibles, se volvían algún día realidad, me encontraban en este rincón del mundo: trabajando o jugando para hacerlos posibles.
Ahora disfruto igual, con el corazón en bandolera, cantando, haciendo yoga, cosiendo o cocinando, que es la forma que tengo de vivir y de seguir amando.
Ángela.
Tu narración me parece de un amor y una alegría tan grande e intensa, que me emociona y contagia. Es hermoso tener esos recuerdos, reconocer que fuiste feliz, o al menos, que tuviste unos momentos tan gratos y valiosos. Eso no cualquiera lo hace. Me conmueven tus aventuras con tus seres queridos, los juegos, el llamado de tus padres, el cielo, las nubes y las estrellas que admiraban, el treparse sobre casi cualquier parte, buscando escondites y refugios secretos. Realmente ha sido muy, pero muy lindo leerte en esta tarde. Sobre todo saber, que aún disfrutas, que sigues jugando de otra manera.
ResponderEliminarSi, eso era la vida en aquellos tiempos. Compartidos por la mayoría de nosotros, los que hoy contamos los años en sesenta y... Todo el relato que realizas, hoy especialmente, va cargado de una fuerza viva a la que el paso del tiempo no ha afectado. Y eso hace que podamos calificar que "la vida es eso". Pues sigue/seguimos siendo los mismos, viviéndola igual, nada ha cambiado en esencia. Si acaso más conscientes de otra realidad, más sabios, más determinados hacía un punto y seguido del que entonces no teníamos idea. Ni falta que hacía, pues cada invierno o primavera en nuestras vidas ha traído lo esencial. ¡Vida!
ResponderEliminarNo cabría calificar tu texto como se califica un trabajo infantil en la escuela... Pero se valora especialmente su razón de ser.
Un gran abrazo, Ángela.
¡Qué bonitos recuerdos! La vida va cambiando y nosotros nos vamos amoldando poco a poco a los cambios. Lo más importante es que sigamos viviendo y disfrutando con que tenemos en cada época.
ResponderEliminarSi me preguntan quien ha tenido mejor niñez tu o tus hijos, respondería que yo, por que sin tener casi nada teníamos de todo, y la imaginación a tope, como siempre un placer leerte, y tus trabajos impecables, un beso
ResponderEliminarMe encanta leerte, siempre. Y tus bordados y aplicaciones me fascinan. Te quedan perfectos, de lujo artesano! Besos
ResponderEliminarComo siempre Angela, me dejas con ganas de leer mas, que bonito lo que escribes, has descrito imagenes de mi niñez de mis juegos de la familia...
ResponderEliminarMe encanta, preciosas las imagenes que nos regalas.
Besos guapa.
Chary :)
Qué bonitos recuerdos me han traído tus palabras, siempre es un placer leerte!!! y los bloques bellísimos, perfectos!!!
ResponderEliminarbesos
Ángela que bloques más bonitos, que bien hechos y estoy deseando verlos juntos, si es que van juntos.
ResponderEliminarUn besazo.
Cuántos recuerdos felices Ángela, es cierto, así era nuestra vida, en la calle, sin peligros, confiados y felices disfrutábamos de nuestra niñez. Imagino que actualmente los niños también disfrutan ¡Ellos siempre lo hacen!! pero tu escrito nos trae esos tiempos de niñez...tus trabajos preciosos. Gracias y abrazos.
ResponderEliminarHola amiga!
ResponderEliminarQue hermosura.
Me encanta esta entrada!
Feliz inicio de semana.
Un fuerte abrazo desde Venezuela!
Me encanta leerte y ver las cosas tan bonitas que haces.
ResponderEliminarmuxuss
beautiful memories
ResponderEliminarAmiga te han quedado preciosos, y el leerte es una pasada escribes igual que coses ,de Maravilla!!.
EliminarNos vemos luego .
Un bsto
Me gustó tu relato, tan humano, tierno.
EliminarPura belleza en tus palabras y en tus bloques, ...precioso !!
ResponderEliminarBss
Querida amiga, qué bonitos recuerdos me ha traído tu narración, y cómo me gusta lo bien que acompañas tus letras con tus trabajos, ya sé que siempre te lo digo, pero no puede evitarlo! Unas aplicaciones preciosas que me han hecho rodar la imaginación y trasladarme a una infancia muy feliz!
ResponderEliminarUn besazo guapa!
Unos bloques preciosos acompañados de tus palabras evocadoras de tus recuerdos. Abrazos
ResponderEliminarUna infancia maravillosa y una vida actual igual de estupenda con todas tus aficiones Un beso
ResponderEliminarSiempre deleitandonos con tus bellas palabras. Los bloques preciosos.... finos y muy bien coordinados los colores. Besos
ResponderEliminarUnos bloques preciosos y una entrada como siempre llena de palabras hermosas.
ResponderEliminarBesitos guapa
Hola Angela; ya me gustaría que esta nueva generación de adolescentes
ResponderEliminarleyese lo que has escrito. Tal vez se preguntarían si eso pasaba en otro Planeta, porque todo el concepto de familia ha muerto y con él se llevó algo tan simple e importante como son los juegos. Creo que somos nosotros los responsables de que "eso" se halla perdido, pero
"eso" ya no vuelve.Un abrazo-eugenio
Toda una lección-mensaje de naturalidad, sencillez, amor... de vida.
ResponderEliminarAsí vivíamos, desfrutábamos y éramos felices. Y así, debemos seguir.
Un abrazo largo, largo, Angela
una entrada hermosa
ResponderEliminarfeliz fin de semana
Con este post tan entrañable yo me identifico en esa infancia que hemos vivido nuestra generación y que no envidio para nada la que toca vivir a ésta, cada mayo trae sus flores. Me alegro por esa familia unida, disfrútala,en la mía hace muchos años que se notan demasiado los que ya no están. Los bloques preciosos con ese fondo oscuro y ese contraste de colores. Bss
ResponderEliminarEs precioso este texto, tan sincero, tan emotivo... Yo no he conocido esa libertad en la infancia y me traes destellos de gloria no vividos. Enhorabuena por haberlos sentido y poder compartirlos.
ResponderEliminarLas flores me han encantado.
Besos
¡Ay, Ángela!!!... Que me veo totalmente reflejada en tus letras, amiga. Y, es que mi infancia fue igualita!!! Y el caso es que soy mucho mayor que tú. Mas lo bueno es poder contarlo maravillosamente detallado como lo haces tú y ojalá te quede mucha vida por delante que te lo mereces, para contar y que todo sea bueno y bonito para deleite de quienes te leemos.
ResponderEliminarEs un pogs preciosísimo, es súper agradable, ver los cuadros bonitos -bonitos y leer ese lindo relato de tu pasado. Gracias, reina.
Te dejo un fuerte abrazo y un basazo. Junto a mi gratitud y estima.
Feliz fin de semana.
Me encanta siempre leerte Ángela y ver tus creaciones!! Unas bonitas palabras para unas magníficas aplicaciones.
ResponderEliminarFeliz tarde de domingo!!
Besitos
Bellos recuerdos descritos adornados con su hermoso trabajo. Saludos.
ResponderEliminarQuerida Ángela, es un placer leerte. Has conseguido retrotraerme a mi infancia, muy parecida en todo, a la que tu nos cuentas. Te quieres creer que leyéndote, ni me fije en tus trabajos, así que he vuelto al principio para verlos. Todo muy bonito. Es una entrada excelente.
ResponderEliminarGracias.
Un fuerte abrazo.
Cierro los ojos y siento lo que he leído, me transporta a otro lugar, a otro tiempo, me trae aromas muy agradables de recuerdos. Precioso Ángela.
ResponderEliminarP.D.: He estado liado preparando una serie de entradas hechas de forma distinta a la habitual (para que me conozcáis tod@s un poquito más) que ya he empezado a publicar. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
Cuantos recuerdos y cuantas cosas vividas…
ResponderEliminarA mi tus letras me han recordado mi niñez, esa que vivíamos familiarmente, sin televisión al principio de mi vida, con las amigas sin problemas, jugando en la calle, sin miedo, sin coches, sin disgustos.
Fue una bonita época, aunque en las casas a veces faltasen cosas, o parte de la familia, personas que se fueron de este mundo, y los que se fueron a vivir otra vida lejos de mi. De todo hubo amiga, pero fue hermoso ese tiempo.
Me ha encantado leerte, y tus recuerdos y los míos muy parecidos. Un beso.
Hola Angela; comparto, creo tu mismo criterio. Pienso que este Mundo o esta Sociedad ya no me pertenece si la comparo con mi infancia, mi adolescencia y mi juventud a nivel de TODO. Juegos, canciones, enamoramientos, Políticos etc y es que ha pasado tan rápido. un abrazo-eugenio
ResponderEliminarUn texto tradicional, consuetudinario con sabor a provecto; son en suma las cosas que han desaparecido -o casi- pero de las cuales en verdad se alimenta el alma.Tu bitácora que he descubierto navegando al azar, me complace, te invito a las mías: nopuedeserelcuervomasnegroquelasalas.blogspot.com.es A raíz de esta, existen siete más muy variadas. Serás bienvenida.¡Ah! Y Feliz MMXVII(Un poco tarde, es cierto)
ResponderEliminarAtentamente,
M o n s ú P o r a s a g ú .