Al hilo de la vida descubrimos que en la naturaleza encontramos también lo que nosotros hemos hecho.
La bendición de la cosecha, cuando llega o cuando llegue, será precisamente haber multiplicado la semilla de belleza que nos dieron.
Y se olvida uno del trabajo, porque la contemplación es puro gozo.El arte de vivir, como unas telas, que junto a otras, con mis manos cobran formas que antes no tenían.
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