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22 septiembre 2013

Le Quilt Mystère acolchado


Necesitamos el arte, aunque sea mentira, para sentirnos vivos. Una pipa en un lienzo no es una pipa -como nos dice Magritte en su obra- pero es una creación  artística. Una puerta en el cielo o en el mar, es difícil que sea una puerta, pero por ella puede entrar el sol, o se puede salir por ella al universo, como salen las aves en bandadas de un bosque enamorado.


Y el patchwork, que tiene todos los encantos de la vida y de las artes, nos tiene aquí pilladas de los hilos y la poesía de colores.  Soñamos con quien sueña, se encuentre frente a la  acera de tu casa, o en el remoto y entrañable Japón.






Ya sabemos quién es Yoko Saito, o lo podemos imaginar viendo sus casas, sus poblados, sus gatos y sus perros, sus magnolias y farolas románticas, las escaleras que llevan al interior de uno mismo o la policromía de las ventanas que apuntan el sosiego interior de la la vivienda, o las torres de las iglesias apuntando al infinito.






Todos los bloques llevan mucho trabajo, terminarlos y acolcharlos es un reto que a mi me ha supuesto gran parte del verano y callos en los dedos. 
Tengo ya imaginado el proyecto final, aún me queda trabajo.






Pero este trabajo y el  patchwork en general, es para quien le gusta, dulce y gratificante; aunque sacrificado es humano como la sonrisa, y tan  creativo como la libertad. Enseña mucho y nos ayuda a descubrir algo de lo que somos capaces. No esclaviza, pero lleva tiempo.




Y gracias al Blog, a las Redes Sociales, y al mundo  virtual, sabemos que otras muchas amigas y otros muchos amigos, nos miran, comentan y comparten lo que hacemos, lo que sencillamente vamos ofreciendo.


Gracias hoy a Yoko Saito, y a las valientes que acabaron sus creaciones. El mundo es hoy luminoso, con su sol japonés, ilusionante y un poco más de todos.

15 septiembre 2013

Del verano...los niños





De las alegrías de la vida, la mayor sin duda, son los niños.
El verano permite disfrutar del mar, la montaña, las noches y los días, las estrellas lejanas o fugaces, y también de la paz y la conversación tranquila y el amor de la familia.













Los detalles, en los que uno pone el alma, el saber, el corazón y el sentimiento, brotan de lo más profundo del alma y  la imaginación descubre las sutilezas necesarias para hacerlos posibles.







Cada uno tiene que ser distinto, cada uno un nombre, una personalidad, un mimo. Y… aprovechar las idas y venidas de los viajes de verano, para dejarselo a los sobrinillos –los más pequeños de la familia-, y para que decidan cómo y cuándo lucirlos.












Cuando sentimos la fuerza del cariño y del aprecio, comienza la creación de algo bello, que unas veces lo expresamos en forma de palabras, o de versos, y otras en colores, con pinceles, o con puntadas de patchwork.










Todas las camisetas están hechas con aplicaciones,algunas minúsculas como las del coche de Rubén y a puntada escondida. La imagen del diseño de la camiseta de Rubén me la pasó Ángela. Me gustó una camiseta que había hecho ella, se lo dije y le falto tiempo. Es muy amable.










Todo es un proceso del corazón para la vida y de la vida para la belleza y para la contemplación y la alegría de quien lo recibe.










En todo lo que hacemos, va algo nuestro. Es un trabajo de pensamiento y selección, y al final, aunque sea algo íntimo nunca expresa todo lo que llevamos dentro ni todo lo que quisiéramos manifestar. ¡Esa es nuestra limitación, pero también algo con lo que los demás pueden contemplarnos!






Gracias por estar ahí, amigos y amigas. Gracias por la amistad y sobre todo  por vosotros y por vuestra felicitación.

03 septiembre 2013

El color del verano


No estoy de vuelta, pero estoy aquí de nuevo con todos, amigas y amigos. 
Digo que no estoy de vuelta, porque “estar de vuelta” es como si ya se supiera todo de algo.Y a mí me queda mucho que aprender de casi todo.
Simplemente estoy, que es lo importante.
Me ha dado un poco el aire al salir. Incluso, gracias al sol, tengo un poco más de color. He conocido gente y ampliado amistades. Pequeños milagros del verano.




En patchwork nunca me imaginé trabajando lo que he trabajado este verano, y nunca pensé hacer algo que no me interesaba especialmente.
Pero si un hijo te pide un pequeño capricho…¡cómo no vas a darle la luna que pidiera! No puedo traicionar su confianza!
Me pidió, para su habitación, un cuadro  que había visto en algún sitio.
Y el resultado ha sido éste que hoy subo al Blog en la “rentrée de septiembre”.
Un cuadro de 90/63cm. que en la realidad queda precioso acolchado, y todas y cada una son aplicaciones a puntada escondida. Un homenaje a la integración cultural, y a la belleza del color. Si nada me es ajeno, todo enriquece, incluso los gustos de las personas con quienes convivimos.
Poco a poco os iré mostrando mis pequeñas obras del verano y también poco a poco pasaré a visitaros.Estoy deseando ver vuestras maravillas.


Un saludo a todos y desde aquí continuamos la amistad, que nunca se interrumpió con el verano, aunque respetáramos un momento de silencio al no estar tan cerca de Internet o del ordenador. La vida continúa.