Espontáneamente, libremente, cada día se han ido uniendo nuevas voces a la mía, han salvado la distancia que separa sus vidas, sus historias, su trapos y puntadas, sus obras y sus sueños y con un clic se han plantado en mi puerta, en mi Blog, y suman tanta amistad y tanta vida, que este su “venir” me exige casi abrir la puerta-ventana, el corazón, el alma y salir, y gritar: ¡Gracias! Y decirlo, no una, sino 300 veces. Nunca pensé que fuerais parte de mis pequeñas creaciones. Nunca imaginé que los hilos del mundo, que no sé quien los maneja, terminarían uniendo, conectando, enriqueciendo, a personas tan grandes y queridas, por encima del tiempo, por encima de lazos y de sangre, por encima de horarios, como si todos formáramos parte de una pequeña obra de patchwork, y además sin que se note la costura, porque no la hay o yo al menos no la veo.
No puedo abrazaros individualmente, pero sé que mis brazos son tan grandes que os alcanzo a tod@s. Quiero que sepáis, que estoy emocionada. Un beso, y … a seguir con la labor, que nuestra tarea es muy bella. Seguiremos agrupadas por las puntadas. Hace apenas unos años esto era impensable. ¿Qué veremos, y qué nos aguarda el futuro? ¿Algún día lo veremos, lo verán o nos veremos? ¿Por qué no? Mil gracias!!