Nosotros formamos parte del paisaje, es como la cultura congénita, que nadie puede hacerla suya ni poseerla, pero está en todos.
Montes, ríos,
tierras y cultivos, delimitan nuestros horizontes. Son entrañables
porque sin querer los hemos ido haciendo nuestros. Tienen su aire y su
música que termina por sernos familiar. Es cultura country.
Es como el baúl de los recuerdos muy queridos. Cada uno tiene el suyo. No hay dos iguales. Algo que nos hizo sentirnos cómodos, libres, y felices, en un entorno cercano de belleza y de cariño. Guarda muchas sorpresas, anécdotas curiosas y personajes impensables, una calidez enraizada en el corazón y en las ventanas del alma.
Las estaciones y las creaciones de esa cultura country, nunca son aburridas, sino alegres, y llenas de vida. Está la madre Tierra, con sus parcelas, para poder vivir para llevar a casa lo mejor de cada día.
Os dejo algo de eso, en esta cálida colcha, muy querida, para poder soñar o recordar.
Un abrazo, estéis donde estéis.