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29 septiembre 2020

El otoño es vida


                                                   


Dicen quienes hablan del tiempo en los medios de comunicación que ha llegado el otoño. No nos dicen de dónde ha llegado y porqué, pero si llega, habrá que prepararle un recibimiento como se merece.

Al móvil, me han enviado un paraguas de otoño que algún artista de la montaña se ha encargado de confeccionar con hojas de mil colores. ¡Espléndido! Huele a campo mojado y yerba.
                                                     

                                                 

Veo carros, tractores y remolques cargados de colores, me dice que llevan fruta. Unos campesinos, que conducen una recua de mulos cargados, me ofrecen unos racimos de uvas, al pasar camino del lagar. Me preguntan "¿cual prefieres, blanca o tinta?". La blanca luce espléndida, pero comentan que "la tinta" también está dulce y sabrosa. Es una gran cosecha que alcanzará una buena graduación en la bodega.

Prosigo mi paseo, dejando atrás el pueblo y su ajetreo.

Otro paisaje se abre inmenso ante mi vista.

Antes de llegar al hayedo, una alfombra de hojas de colores cálidos y suaves llenan el camino y voy pisando esa maravilla que cruje sin quejarse, a cada paso.




Me acerco a alguna zarza que ofrece hermosas moras que están negras, aunque algunas aún no han madurado. Curiosamente, al lado mismo luce la rosa canina, más conocida como escaramujo. Dicen que esta "rosa silvestre" de cinco pétalos, se la conoce como "canina" por la forma de los aguijones, similar a los colmillos de los perros. Pequeña fruta ovoide, muy rica en Vitamina C y por lo mismo muy usada para la gripe, resfriados etc.
                                                       

Alzo la mirada para contemplar la inmensidad azul más allá de las copas de los árboles. Un pájaro sale volando alertado por el ruido de mis pasos. Y mis pensamientos toman vuelo mientras pienso en mí. El otoño, me pregunto ¿es también una estación interior? ¿Es tiempo de cosecha y madurez? Es posible que el cuerpo envejezca, pero la madurez es otra cosa. Hay cambios, como en la naturaleza, pero lo esencial es interior, y la vida ni envejece ni muere.

Los árboles, guardan las distancias que permiten crecer sin estorbarse ni agobiarse.

¡Qué hermosa la Naturaleza, exterior e interior! En el campo me aguardaba una lección de vida!

                                          

                          Aquí os dejo un paisaje otoñal, uno más de los que pinté, y que preside mi ático.