
Los trabajos se van completando...Los distintos presentes de la vida, nos van haciendo lo que somos en cada instante.
Todos son regalos. Algunos tienen su estación y llegan siempre alegres, cuando toca; otros se transforman en recuerdos.

Los vamos identificando, unas veces por la música, el trino de los pájaros, o el aroma de la fruta, siempre sabrosa y más cuando se ha saboreado al aire libre, en el campo y directamente cogida desde el árbol.
Algunos presentes, son o fueron latidos sugerentes, reclamos de sonrisas, estrellas que se encienden en los ojos cuando damos algún paso, o cuando alguien nos persigue.

Y... en silencio recordando, que viajar es un placer, tener la noche y las estrellas en la mano, dejar pasar el mar entre los dedos, o la arena caliente de la playa...el soñar es libre, algo maravilloso... pero, que siempre, como en casa, en ningún sitio.

La primavera y las flores, los versos de la vida susurrados al oído, tal vez sin rima, a veces sueltos, pero dulces y cálidos, son instantes que nunca se olvidan.
Vamos multiplicando los gestos, llenando los cestos, ensanchando horizontes, llenando la casa de amigos...

Hasta hace poco conocíamos a todos, ahora llegan en cualquier momento, son de todas partes y aunque son virtuales, nos llenan de gozo sincero.

Como las hormigas, como las abejas, sigo trabajando con hilos y agujas, con telas y mimo...y hoy, os dejo los bloques que no había mostrado.
Con ellos agradezco que estéis ahí, pero también las palabras de aliento y cariño que me regaláis. Muchas gracias...
Ángela.