Han pasado muchas cosas. No volvemos igual que nos fuimos. ¿Vuelta a la normalidad? Es posible, porque la vida sigue. Las estaciones cambian.
Es hora de compartir algunas cosas, sobre todo aquello que pudo hacer feliz y nos devolvió la sonrisa impagable de los niños.
¡Qué misterio envuelve cada momento de la vida!
Al final es verdad que se tiene lo que se ama, porque sólo se tiene lo que se da.
Un brillante rédito que reflejan los ojos de los más pequeños.
El abrazo y el acompañamiento inseparable de la muñeca o el muñeco es la cálida forma de expresarse... que durará mucho más tiempo, y más verdad y más sincero, que un simple "gracias". No todo se paga, ni tiene por qué cuando se puede ver hecho realidad.
Aquí estoy, amigas y amigos, de nuevo. Saludo a todos y cada uno. Me alegra encontraros. Espero que hayáis sido felices. Nos seguiremos viendo, si así lo deseáis.
Un beso.