Los meses, todos, tienen una ventana al más allá. El más allá nunca está lejos, y cada día nos vamos acercando. Pero al estar envuelto en el misterio, muchos lo llenan también de fantasmas, de calabazas y de brujas.
La vida es sueño. Se acerca noviembre. La imaginación ha creado otra fiesta. Ahí está Halloween.
Ni el arte se detiene, ni los meses, ni los hilos con que al final, como las parcas, vamos tejiendo nuestras vidas, con más o menos luz, y con estrellas cuando se acaba el día, y el trabajo no se ha terminado.
Dicen que noviembre es un mes de reencuentros y de rescoldos junto a la chimenea. Es bueno encontrarse junto al fuego, porque la amistad lo aviva y no se apaga. ¿Quién es esa bruja que se acerca con la cara envuelta en su capucha? Pasé el verano en el país de las meigas. No es que la tenga por amiga, pero no me da miedo.
Quiero daros a todos las gracias por vuestros amables comentarios, y por estar ahí.