Y es alegría vivir, que un niño, el más pequeño de la casa, de tanto verlas, pidió un poco de agua, para poder regar las plantas y quitar algunas hojas caídas que habían perdido su color.
Con su media lengua, ser auténtico lleno de curiosidad innata y repleto de preguntas, volcó con su regadera un sinfín de deseos y palabras para cuando vinieran, y para que vieran sus geranios, quienes pasaran al lado de la verja.
A la puerta de casa, hay mucha vida, mucha ilusión y mucha espera.
Todo cariño, o al menos un aprendizaje de futuro.
Vaya trajín se trae el personaje con su regadera. El pasillo de flores es bonito pero la guinda la pone el chaval. El juego de hoy puede ser la habilidad del mañana, o quedarse en simple juego.
ResponderEliminarÁngela qué bueno verte por aquí!. Es algo positivo hacer que los niños se interesen por el cultivo y mantenimiento de las plantas. Ellos hacen esas tareas con mucha alegría y dedicación asombrándose por lo que a ellas les ocurre.
ResponderEliminarBesos
Una preciosa entrada con atento conserje. ;)
ResponderEliminarBesos.
Lindo flores com um ajudante jardineiro ;)
ResponderEliminarBesitos e boa semana !
Anna
Jardinero con "ayudante"....
ResponderEliminarY aprendiz de la vida.
Maestra tiene. Y de natural nivel.
Abrazos Ángela.
Tienes unos geranios espectaculares, aunque con un jardinero como ese, no me extraña que estén tan contentos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz verano.
Preciosos los geranios y el jardinero maravilloso.
ResponderEliminarHas expresado bien, Ángela, la disposición y el gesto del pequeño con las plantas. Efectivamente, si las flores de la entrada están tristes, no pueden alegrar a quien venga a nuestra casa. Ellas son las primeras que dan la bienvenida a quienes llegan o las ven desde la verja, al pasar. Me gustaría añadir, que un día, al llegar con su madre y ver las plantas, lo primero que dijo, después de abrazarte, fue: “Abela, las flores están tristes”. Y al poco, estabais echando agua, como muestran las fotos de los geranios.
ResponderEliminarHola Ángela, buenas tardes, hace tiempo que no me comunico contigo, yo también soy abuelita de dos criaturas, tú nieto está maravilloso, muy grande y ya te ayuda con el regadío de los geranios y seguro a muchas otras cosas, me encantó verlo y la descripción que haces muy tierna. Besazos para tí y el pequeño, da gusto verlo, a disfrutar mucho. Marina PF.
ResponderEliminarHola Ángela, que hermosas palabras. Que grande tú nieto. Saludos desde Argentina 😘
ResponderEliminarQue bella fotografía, es una puerta hermosamente florida que transmite todo su cariño y amistad que se ve reflejado en la belleza de sus geranios. Y cómo si esto fuera poco … es un ángel el que los cuida.
ResponderEliminarBendito seas Izan, me parece que todavía no llegas a los tres años, pero, siendo tan pequeñito aún, ya sientes amor por la naturaleza y eso solo demuestra que naciste (de raza) con un corazón gigante.
Ángela, te mereces todo lo bueno que tu nieto a traído a tu vida y también quiero recordarte que, él nació bienaventurado por tenerte a ti como su abuelita.
Saludos amiga…
Soy feliz por ambos.
Angela que entrada mas bonita tienes con tantas flores hace años que no entro en ningún blog ni siquiera en el mío y hoy entré de casualidad y he visto que eres una de las pocas que todavía sigues con tu blog me alegra saludarte
ResponderEliminarVengo de vacaciones y es muy agradable visitarte.
ResponderEliminarFeliz mes de Septiembre.
Un abrazo.
Una lindeza la entrada a tu casa y el jardinero es muy guapo y diligente.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola, Ángela. En primer lugar pedirte disculpas por tardar tanto en pasar por aquí, pero este verano no he pasado por mi mejor momento, aunque conforme se van las calores me voy encontrando mejor.
ResponderEliminarMenudo ayudante te has buscado, que además de guapo, voluntad no le falta, y porque además de lo que se divierte con ello ya empieza a cuidar y a respetar la naturaleza, además de otros muchos valores que seguro va aprender de vosotros.
Un fuerte abrazo.
Te deseo un feliz otoño.
ResponderEliminarUn abrazo.