Rompe la fuerza de la vida, como un brote, una yema, que se ha ido fraguando lentamente y aparece, sin hacer ruido y sale, incontenible, al aire libre y a la luz.
Sin manos, aparta con toda su potencia, los impedimentos, las cortezas o corazas, restricciones, que al intentar protegerla, impedían que pudiera ver el cielo, expandirse desde dentro y expresar su sentir y su latir profundo.Es alegría no grito, es sonrisa no carcajada, es la expresión suave de la naturaleza, eclosión misteriosa que abre en flor el capullo que estuvo hasta el amanecer escogiendo su mejor vestidura y con el rayo de luz, ofrece a la vez sus mejores colores y toda su fragancia.
Es la sinfonía de la naturaleza que como la esperanza dormida, en el corazón de los humanos, encuentra por fin la melodía contenida de la libertad.
Es como si después del dolor, por fin, hubiera roto aguas, y naciera o renaciera la vida para que todos pudieran apreciar el rostro maravilloso de la creación.
La palpitación contenida de siglos de infinitos corazones, de incontables vidas que se van perfeccionando, al compás del eterno ser y del vivir.
El respirar de la vida, tiene ritmos, silencios agradecidos, se puede sentir y descubrir que toda ella, y sus múltiples formas son manifestaciones de la fuente única y múltiple realidad vital de la que todo procede y participa.
La belleza en sus múltiples y maravillosas expresiones, es la huella que deja en el tiempo la vida que pasa fugaz, como el beso en los labios y su gozo en el alma. Aunque puede haber infinitas huellas, generalmente solo descubrimos aquella que, por pura coincidencia, pasamos cerca o pisamos por donde ella pasó y... la sentimos.
Despierta un murmullo interior, puede ser música o el estremecimiento de un poema, el eco de una palabra de ánimo, o el cariño, que te hace remontar, descorrer el manto de la noche y descubrir que millones de estrellas nos contemplan y una especial titila, si nos fijamos, con ligero temblor.
Es posible. Solo puedo decir, que está ahí y hasta creo que cada día está más cerca. Cada etapa es nueva. Por ella pasamos y, el tiempo, inconscientemente, por nosotros. ¡Es la vida!
Ángela que bien expresas el misterio de la vida...
ResponderEliminarEsos lithops en flor están preciosos, pero la planta solitaria que ha salido a la luz no tiene menos mérito.
Un abrazo y un feliz fin de semana.
Dices: Despierta un murmullo interior, puede ser música o el estremecimiento de un poema, el eco de una palabra de ánimo, o el cariño, que te hace remontar, descorrer el manto de la noche y descubrir que millones de estrellas nos contemplan y una especial titila, si nos fijamos, con ligero temblor.
ResponderEliminarEs verdad; pero hay episodios en los que el ruido mental y ciertas formas de tristeza, no dejan que brote nada. Hay momentos en los que en el interior solo encuentras una resonancia que prolonga los gritos de la soledad mal vivida y ese vocerío amaga cualquier palabra susurrada, cualquier murmullo de una buena estrella. Nubes de tormenta. Solo queda esperar que una munífica lluvia, lo deje todo mas limpio cuando escampe.
Te prodigas poco, pero cuando lo haces el jazmín se ruboriza.
Gracias!
Preciosas imágenes y perfectas para la expresión de esos sentimientos.
ResponderEliminarUn texto preciso y natural. No sobra ni falta palabra alguna para definir la vida, que tu conoces y vives. Ese algo que está ahí, y que tú percibes cada día más cerca.
ResponderEliminarEl grafismo de esos brotes, que los he conocido en los helechos al borde del asfalto en algunas carreteras secundarias, es magnífico.
La expresión de la vida en toda su belleza, plenitud y fuerza. En realidad, ¡la vida sin más!
Un texto actual, y más si cabe, en estos momentos en los que parece que los últimos movimientos, a nivel local o mundial, sean estos de orden sanitario o político, pretenden abarcar la "realidad".
Fuerte abrazo Ángela.
Muy preciosa manera de expresarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El misterio de las palabras
ResponderEliminarLa forma en que redactas
el sentimiento que aparece
Me encantas!
Qué bonito Angela, que bien escribes y con cuanta emotividad, me encanta.
ResponderEliminarBesitos fuertes
No se pueden contar las cosas, de forma más sencilla y bella de como tu lo haces.
ResponderEliminarEs siempre, una gozada leerte.
Un fuerte abrazo, estimada amiga Ángela.
Un texto que muestra la vida misma sus misterios y sus encantos.. bonito y emocionante. Besos
ResponderEliminarY una nueva vida también está mas cerca, a no ser que tu nieto haya nacido y no me haya enterado. Bss
ResponderEliminarQué mensaje mas vital, imtimista y poético, Ángela. Un bellísimo canto a la naturaleza , a la vida. Puritita poesía.
ResponderEliminarMilbesos.
Pero que bien escribe y que mensaj3s tan bonitos!,
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
me sorprendes a diario con la magia de tu alma cuando escribes
ResponderEliminarUna entrada llena de esperanza y poesía.
ResponderEliminarSAludos.
Angela, te encontrei por acaso! Ao ler as primeiras palavras deste teu texto, entrei dentro dele, senti que todas as palavras se encaixavam perfeitamente no meu pensamento!
ResponderEliminarÀ medida que fui avançando na leitura, me empolguei, me senti num mundo maravilhoso onde tudo é serenidade, paz, beleza, amor! Revejo-me inteiramente em cada palavra!
Permito-me sublinhar este parágrafo que traduz todo o encanto de viver, quando sabemos olhar a vida com um olhar sensível, amoroso e abrangente:
"Tal vez hay que pasar por la anoche, descubrir la secreta bondad de los ojos que nos miran, perderse en una canción o un verso o, simplemente cerrar los ojos y dejar todo y reposar sobre alguien que nos ama."
Te felicito pelo teu talento e agradeço ao acaso que me trouxe até aqui.
Voltarei. Sempre!
Gracias por me proporcionares tão deliciosos momentos!
Saludos!!
Paso por aquí a leerte y a saludarte Ángela y veo que sigues Serena y en paz, como siempre y me alegra saberlo. Un abrazo.
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