Busco un rincón en mis archivos donde la imaginación me lleve a paisajes donde encontré la paz.
Pasamos la vida, con recuerdos que están a nuestro lado, pero están en el ángulo escondidos, al fijarnos en ellos, parecen despertar. ¿Cobran vida? Nosotros recobramos la memoria de lo que vivimos.
Otro paisaje, otros recuerdos. El agua o el vino, el trabajo de la siega y la cosecha, son pasado pero...cuánta vida y cuánto sudor tienen!.
Son los segadores. Salían de casa muy temprano, antes de que el sol se levantara. Segaban las mieses a mano, con la hoz y la guadaña bien afiladas. Hacían las gavillas sin perder un grano. Luego las cargaban en los carros e iban camino de la era, para descargar y esparcir las espigas con la cabeza hacia el centro del círculo.
Venía luego el paso lento de animales con los trillos. Y ya al final, como siempre, a separar el trigo de la paja. ¡Qué tiempos tan hermosos, tan alegres y tan sanos!.
No habían llegado las máquinas ni el paro.
Nos trasladan a otro siglo, a los años venturosos de la infancia y el trajín de la familia, por las mieses y las eras.
Se trabajaba mucho y se veía la cosecha. Nosotros no entendíamos de otra cosa que risas, manojos de espigas, trigo y paja, y el viento que entonces era para todo necesario.
No hay razón para seguir caminando a pleno sol. Quiero disfrutar de la sombra, sentada, en un rincón. Voy a rimar mis íntimos latidos, en paz mis sentimientos. En el reposo y la luz. Contemplando este óleo que he reproducido, como un canto a mi gente y a mi tierra.
Tus recuerdos quedan muy bien reflejados tanto en tu pintura como en tus palabras. Abrazos
ResponderEliminar¡Qué arte! La pintura es preciosa y tus palabras...¡Me encantan!
ResponderEliminarBesitos guapa.
La pintura, al hilo de aquellos recuerdos vividos en una época en la que había y no había… Y queda el sabor de la risa. La trilla, la paja y el grano. Todo, o casi, tenía un valor. Hoy otros valores marcan otras épocas.
ResponderEliminar¿Mejores, menos mejores?… Simplemente diferentes. Ni somos ni son.
Un abrazo, Ángela.
Bonitas palabras y recuerdos para toda esas personas que trabajaron y para las que hoy siguen trabajando en el campo.
ResponderEliminarBellos sentimientos, a la sombra del recuerdo gozoso de tu pasado. Yo también añoro (sin haberlos vivido)esos tiempos de sencillez y dulzura del hogar campestre, del tiempo lento, de la abundancia de la naturaleza, del orden y la unión de las gentes.
ResponderEliminarEl cuadro, magnífico. Enhorabuena, artista.
Un gran abrazo
Tienes razón. ¡Cuánto sudor! Unos recuerdos que puedo compartir perfectamente porque yo también los viví. Un bonito óleo. Bss
ResponderEliminarbonitas palabras. Me haces recordar las historias que contaba mi madre. Las canciones que se cantaban mientras se trabajaba en el campo.
ResponderEliminarTe doy las gracias por tus recuerdos.
un beso
bonitas palabras. Me haces recordar las historias que contaba mi madre. Las canciones que se cantaban mientras se trabajaba en el campo.
ResponderEliminarTe doy las gracias por tus recuerdos.
un beso
Muy bonito ese óleo Ángela.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta!!
ResponderEliminarfeliz fin de semana
¡Hola, mi querida a miga!!!
ResponderEliminarDe nuevo por aquí alegrándome la vida con tu bello ARTE y tus letras, me traen al recuerdo las tareas de aquel entonces, era trabajo si! Pero tenía recompensa. ¡Ay aquel pan de trigo!!! No se encuentra hoy. Como tú bien dices, se veía la cosecha y, nada de paro.
Bueno pues hoy me asomé a mi infancia y lo celebro gustosa.
Un abrazo, reina. Y feliz fin de semana.
Con mi gratitud y admiración siempre por tu obra y tu ser.
Besiños.