08 septiembre 2010

Sabores de siempre


¡El bodegón no se encuentra en la naturaleza, como una flor, un árbol, una cascada!
Es una obra de arte que empieza en la imaginación y las piezas se buscan, se acomodan a la luz y se encuadran en el canon de belleza que uno tiene.
Este bidón viejo y oxidado ha tenido su función en un huerto para el riego.
Los pucheros han servido en casa del abuelo. Pero son los ajos, y su luz, lo que da proximidad a la vida y al recuerdo. Potencian los manjares y superan inalterables las distintas etapas de la vida.
El bodegón, que ha llegado al lienzo es un homenaje a la familia, tradicional, y artesana, unida y bien alimentada.

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