04 noviembre 2009

Despedida






Decir “adios” es una de las cosas difíciles. Los que se despiden se rompen un poco por adentro. Por eso saltan las lágrimas. Por eso dicen: “vete con Dios”, o “quédate con Dios”. Por eso se repiten: “cuídate”. Sólo así pueden reencontrarse y otra etapa de alegría. La despedida, puede no ser distancia. Puede ser otra forma de presencia. Las despedidas que duelen, son las que llevan implícita la palabra “siempre”. Son las rupturas. Entonces no hay retorno.

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