No sé quien va sembrando amapolas cada primavera. Pero salir al campo me embriaga el alma, y quisiera llevarme a casa lo que miro. Arranco una muestra y formo un ramo, rojo, para trasplantar de sangre viva cada minuto, cada día. Está palideciendo, sin saberlo, el tic tac de la existencia, por la monotonía. No sé si la alegría es roja, pero quiero llevar la naturaleza a la alegría.
Siempre me parecieron bonitos los campos de amapolas. Ese rojo alegre y vivaz de los pétalos contrarestado con el verde de los tallos y hojas.
ResponderEliminarCuando veo un campo de amapolas entro en trance, duermo y sueño con la vida; claro, sabías que, pertenecen a las papaveraceas, son plantas adormideras, su pétalos sirven para el insomnio y con sus semillas se hace jarabe para la tos. Entra en un campo de amapolas y descubrirás sus efectos. Quizá al pasarlo a un lienzo ocurra lo mismo?. Es muy bonito tu blog y tu pintura también.
Muchísimas gracias,me imagino que eres un soñador (anónimo). Me encanta que te gusten las amapolas, la naturaleza toda y también mi Blog.
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